Tengo esa necesidad (a veces, no siempre) de que todo sea color de rosa. Femenino, hermoso, divino, precioso... Pero es raro, porque yo no soy así. Me junto más con varones que con mujeres, raramente uso polleras, ¡ni siquiera(y confieso que me da cosa decirlo) uso desodorante!
Soy una princesa, eso es lo que pasa. No, soy muchas personas a la vez y entonces se turnan: un rato "el boludo de alla" y otro rato la princesita que vomita un chicle. Lalalalala, con musiquita y todo.
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